Actualmente el radón es la mayor fuente de radioactividad natural, es el factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón en no fumadores, y el segundo en fumadores. Este gas puede acumularse en las viviendas hasta el punto de que supone un grave riesgo para la salud, por ello, es indispensable contar con edificaciones que consten de medidas correctoras para evitar esta problemática. Una de las principales medidas correctoras son las barreras de protección, las cuales aíslan la vivienda para que el radón no se infiltre por ningún espacio. Recientemente el sistema de paneles Thermochip Housing para forjados sanitarios en contacto con el terreno, ha sido certificado por el laboratorio de radioactividad ambiental de la Universidad de Cantabria como una barrera de protección contra el radón.
¿Cuál es la situación en las viviendas?
Por norma general la principal exposición al radón se produce en las viviendas. La concentración de este gas depende de la cantidad de uranio que contienen las rocas y el terreno del subsuelo de los hogares, y el camino que encuentra para filtrarse depende del tipo de construcción, la ventilación y la estanqueidad del edificio.
El radón penetra en las casas a través de grietas en los forjados, en las uniones de los suelos con las paredes, espacios alrededor de las tuberías o cables, pequeños poros que presentan las paredes construidas con bloques de hormigón huecos, o por los sumideros y desagües. Siendo los sótanos y bodegas los espacios donde existen mayores concentraciones debido al contacto directo con el terreno.
Para valorar si los edificios están bien protegidos es necesario realizar una medición de la concentración de este gas. Esto se hace a través de la cuantificación de la radioactividad en becquerelios (Bq) en el aire, se mide la concentración de radón por el número de transformaciones por segundo en un metro cúbico de aire (Bq/m3). La OMS establece los 100 Bq/m3 como nivel “óptimo” para la concentración, y los 300 Bq/m3 como límite. En España desde la década de los ochenta, diversos estudios pusieron de manifiesto las altas concentraciones de radón en Galicia, el oeste de Asturias, la parte más occidental de Castilla y León, Extremadura y el noroeste de Andalucía, entre otras áreas geográficas. Estudios recientes estiman que unos 250.000 edificios pueden estar acumulando radón en España.
Conscientes de esta problemática, en el 2019 el código técnico de la edificación incluyó en su última actualización del Documento Básico HS Salubridad, la sección HS6 “Protección frente a la exposición al radón”, donde se establece un ámbito de aplicación y una exigencia en relación con el límite de concentración con un nivel de referencia en el interior de los locales habitables de 300 Bq/m3 para el promedio anual de concentración.
¿Cómo evitar altas concentración de gas radón en un edificio?
La principal solución para mitigar las concentraciones de gas radón en el interior de los edificios es implementar medidas correctoras eficaces. Estas se pueden ejecutar tanto en la construcción de un nuevo edificio, o posteriormente con la intervención en edificaciones ya existentes.
En edificios existentes es indispensable que, con carácter previo, una entidad acreditada haga las mediciones pertinentes para obtener los resultados de la concentración media anual de radón en su interior. Una vez realizada, la persona encargada de redactar la documentación técnica para ejecutar la obra indicará qué medida correctora es más eficaz en función de las características constructivas del edificio y de su situación con respecto a otras edificaciones.
Dentro de las medidas correctoras recogidas dentro del código técnico de la edificación encontraremos: barreras de protección, espacio de contención ventilado, sistema de despresurización del terreno, sistema de presurización del terreno, y la ventilación de espacios habitables.
Thermochip Housing, una barrera de protección contra el radón
Thermochip Housing ha sido recientemente certificada como una de las medidas correctoras contra el radón. En concreto como barrera de protección certificada por el laboratorio de radioactividad ambiental de la universidad de Cantabria. El código técnico establece que una barrera tipo membrana será considerada como tal con un coeficiente de difusión frente al radón menor que 10-11 m2/s y un espesor mínimo de 2 mm. La certificación obtenida garantiza que nuestro sistema de paneles TFBCy para forjados sanitarios, cuentan con un coeficiente de difusión frente al radón de 10-13m2/s, cien veces menor que el requerido por la normativa y un espesor de 65 mm.
Nuestro sistema de paneles para forjados de la gama Thermochip Housing es la única solución de aislamiento continuo para entreplantas y forjados sanitarios sin necesidad de implementar más laminas o cualquier otro material adicional. Los paneles de esta línea de productos están formados por un tablero de fibro-yeso en la cara interior, un núcleo aislante continuo de poliestireno extruido (XPS), y un segundo tablero de fibro-cemento en la cara exterior.
Mediante la correcta instalación de los sistemas Housing para forjados sanitarios se cumple con todas las especificaciones y requerimientos recogidos en el documento básico de salubridad del código técnico, entre las cuales encontramos las siguientes características:
1) Tener continuidad: juntas y encuentros sellados;
2) Tener sellados los encuentros con los elementos que la interrumpan, como pasos de conducciones o similares;
3) Las puertas de comunicación que interrumpan la continuidad de la barrera deberán ser estan-cas y estar dotadas de un mecanismo de cierre automático;
4) No presentar fisuras que permitan el paso por convección del radón desde el terreno; Se considera que las fisuras que permiten el paso por convección del radón del terreno son las fisuras que conectan las dos caras de la barrera.
5) Tener una durabilidad adecuada a la vida útil del edificio, sus condiciones y el mantenimiento previsto.
En cuanto a los beneficios de este tipo de medida correctora resaltamos que puede disminuir la concentración de radón en torno a un 96%, una vez instalado no requiere grandes costes de mantenimiento, y mejora la humedad frente al edifico.
A pesar de los numerosos estudios que indican la peligrosidad del radón en viviendas, hasta recientemente no se habían tomado importantes medidas al respecto. Gracias a una mayor concienciación, junto con la nueva actualización del CTE, y materiales innovadores como nuestros paneles para forjados sanitarios, tanto fabricantes como profesionales pueden dar solución a esta problemática que afecta a tantos espacios habitables, presentes y futuros.
Si deseas conocer más información sobre nuestros paneles certificados para forjados sanitarios y el resto de la envolvente, nuestro equipo técnico comercial está a tu disposición para acompañarte en el proceso de diseño y ejecución de tus proyectos, ofreciendo asesoramiento sobre el cumplimiento normativo. Contacta con ellos aquí.