La construcción industrializada no solo redefine la forma en que edificamos, sino que también se posiciona como un pilar fundamental para mejorar la accesibilidad a la vivienda. Sus metodologías impactan directamente en la reducción de plazos y costes, haciendo posible que más personas accedan a hogares de calidad.
Eficiencia Financiera a Través de la Planificación y la Producción
La industrialización permite una previsión y optimización de costes que la construcción tradicional no puede igualar:
• Mayor Previsibilidad y Control Presupuestario: Gracias a una planificación exhaustiva desde las fases iniciales del proyecto (a menudo potenciada por metodologías BIM), se logra una estimación de costes con un grado de precisión significativamente mayor. Esto minimiza las desviaciones presupuestarias y los sobrecostes inesperados.
• Economías de Escala en Componentes Estándar: La fabricación de elementos constructivos mediante largas tiradas de producción en entornos de fábrica permite reducir el coste unitario de los componentes. La estandarización y la optimización de procesos productivos se traducen en un ahorro sustancial en la adquisición de materiales.
Reducción de Costes Indirectos y Optimización de la Ejecución en Obra
Más allá de los costes directos de materiales, la industrialización recorta significativamente los gastos asociados a la gestión y el desarrollo del proyecto:
• Menor Inversión en Alquiler de Maquinaria: Al acelerar los tiempos de ejecución en obra, se reduce drásticamente la necesidad de alquilar maquinaria pesada (grúas, equipos de elevación) por periodos prolongados.
• Optimización de la Supervisión y Gestión del Proyecto: La menor complejidad y duración de la fase de montaje en el sitio se traduce en una reducción de las horas de supervisión y gestión de obra, liberando recursos para otros proyectos.
• Reducción de los Costes de Financiación: Un cronograma de obra más corto implica un menor tiempo de inmovilización de capital. Esto se traduce directamente en una disminución de los intereses asociados a préstamos bancarios o financiación de proyectos, impactando positivamente en el coste final de la vivienda.
•Eficiencia en Seguridad y Salud: Aunque la seguridad es prioritaria en todas las fases, la mayor parte de las tareas de riesgo se trasladan a un entorno de fábrica controlado, donde se aplican protocolos de seguridad industrial más estrictos y predecibles. Esto reduce los riesgos en obra y, consecuentemente, los costes asociados a accidentes y primas de seguros.
La Rehabilitación como Vector de Accesibilidad
Si bien la construcción industrializada es conocida por su aplicación en obra nueva, su impacto en la rehabilitación de edificios es igualmente transformador y clave para la accesibilidad a la vivienda existente:
• Soluciones Ligeras y no Invasivas: Los sistemas industrializados, como los paneles sándwich para forjados y cubiertas, ofrecen soluciones de extrema ligereza. Esto es crucial en rehabilitación, ya que no sobrecargan la estructura existente del edificio, evitando costosas intervenciones de refuerzo.
• Mínima Generación de Residuos y Consumo de Agua en Obra: La prefabricación reduce drásticamente la generación de residuos en el sitio de construcción y minimiza el consumo de agua, lo que no solo es sostenible, sino que también reduce los costes de gestión de residuos y limpieza, un beneficio directo en entornos urbanos.
• Rápida Ejecución con Calidad Mejorada: La velocidad de montaje de estos sistemas reduce las molestias a los ocupantes o vecinos, y permite una mejora sustancial en la calidad y el confort de las edificaciones rehabilitadas en un tiempo récord.